Un cráter de 9 km oculto bajo el Atlántico, confirmado con imágenes 3D
Un equipo de la Universidad Heriot-Watt confirmó hoy, 27 de octubre de 2025, que el cráter Nadir —una estructura de 9 km— bajo el Atlántico fue causado por un impacto de asteroide hace 66 millones de años, gracias a una nueva interpretación de datos sísmicos 3D.
La Universidad Heriot-Watt (Reino Unido) divulgó este lunes que el llamado cráter Nadir, enterrado a unos 300 m bajo el fondo marino de la Plataforma de Guinea (frente a África occidental), es inequívocamente el resultado de un impacto de asteroide. La confirmación se basa en un cubo sísmico 3D de alta resolución proporcionado por la compañía geofísica TGS y permite reconstruir con precisión qué ocurrió en los segundos y minutos posteriores a la colisión. La estructura, de 9,2 km de diámetro de borde y un anillo exterior deformado (brim) de 22–24 km, muestra un pico central, terrazas internas y fallas concéntricas que encajan con la morfología típica de un cráter complejo.
El anuncio, fechado el 27-10-2025, aporta cifras y detalles que afinan estimaciones previas: el proyectil habría tenido entre 450 y 500 m de diámetro y habría impactado con un ángulo bajo (20–40°) desde el noreste a una velocidad en torno a 20 km/s (72.000 km/h). El levantamiento estratigráfico bajo el pico central alcanza unos 425 m y la energía liberada generó un tren de tsunamis con resurgencias que dejaron huellas erosivas visibles. La calidad de las imágenes 3D —muy superior a perfiles 2D anteriores— permite, según los autores, «despegar» virtualmente capas sedimentarias y seguir la evolución del cráter en volumen, algo inédito en cráteres marinos confirmados.
Claves técnicas y cifras del estudio
- Ubicación: Plataforma/Platea de Guinea, frente a Guinea, Atlántico oriental; agua actual ~900 m de profundidad.
 - Estructura: diámetro del borde ~9,2 km; brim deformado ~22–24 km; pico central y terrazas internas bien definidos.
 - Profundidad bajo el lecho marino: ~300 m hasta el techo de la estructura del Cretácico tardío.
 - Levantamiento estratigráfico (pico central): ~425 m; zona de daños extendida varios radios del cráter.
 - Implicado: asteroide de 450–500 m; dirección de llegada NE (20–40°); velocidad estimada ~20 km/s.
 - Efectos inmediatos: licuefacción de sedimentos por sacudida sísmica, deslizamientos submarinos y tsunamis con resurgencia.
 
La confirmación de Nadir llega dos años después de que se propusiera su origen por impacto a partir de perfiles 2D y un año tras la publicación de su «anatomía 3D» en una revista del grupo Nature. La nueva divulgación consolida la lectura de rasgos diagnósticos: relaciones de profundidad/diámetro, altura del reborde, pico central y campo de fallas en abanico. Además, los mapas de atributos sísmicos y velocidades muestran un aumento de velocidad en el pico central (indicativo de reducción de porosidad por choque) hasta ~3 km de profundidad, y eliminan artefactos de «pull-up» que complicaban interpretaciones antiguas. La planitud del fondo marino Maastrichtiense en el área (pendiente <1°) y el contexto de margen pasivo ofrecen un laboratorio natural para estudiar cráteres en objetivos marinos oblicuos.
El interés científico trasciende la geología local. Por edad y características, Nadir se sitúa cerca del límite Cretácico-Paleógeno (K-Pg), lo que reabre el debate sobre si el final del Cretácico pudo implicar múltiples impactos —por fragmentación de un asteroide progenitor o por un «clúster» temporal de choques— más allá del famoso Chicxulub (México). Sea cual sea el parentesco cronológico exacto, los autores subrayan que la obtención de un cráter marino «completo» en 3D es excepcional y puede refinar modelos de formación de cráteres, dinámica de tsunamis de impacto y riesgos asociados a asteroides de unos cientos de metros. Este rango de tamaños, aunque muy inferior al de Chicxulub, supone un peligro regional severo si el impacto se produce en mar abierto o cerca de costas pobladas.
Para España —con intereses científicos y económicos en geofísica marina, prospección offshore y evaluación de riesgos costeros— el caso Nadir es relevante por su proximidad atlántica y por el potencial de mejorar herramientas de modelización de tsunamis de impacto. La combinación de imágenes sísmicas 3D, cartografía batimétrica y futuros testigos de perforación podría permitir calibrar presiones de choque, cronología de depósitos y alcance de las resurgencias. El equipo ha solicitado programas internacionales de perforación científica para extraer núcleos del cráter y afinar la datación absoluta. Si prospera, se esperan nuevas restricciones sobre tamaños de grano retrabajados por oleaje extremo, microfracturas de choque y minerales de alta presión, que son la «pistola humeante» de estos eventos.

«Hay en torno a una veintena de cráteres marinos confirmados y ninguno se había captado con este nivel de detalle. Es exquisito», señaló Uisdean Nicholson (Heriot-Watt), al presentar las imágenes 3D.
Contexto y fuentes: comunicado y material de la Universidad Heriot-Watt (27 de octubre de 2025); artículo «3D anatomy of the Cretaceous–Paleogene age Nadir Crater», Communications Earth & Environment (2024); síntesis y ficha técnica difundidas por ScienceDaily el 27-10-2025.