EE. UU. anuncia un megasuperordenador de IA para ciencia abierta: impacto en España
El Departamento de Energía de EE. UU. desvela Solstice, un sistema de 100.000 GPU para acelerar la investigación en múltiples disciplinas con acceso para ciencia abierta
El 28 de octubre de 2025, el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE), junto a NVIDIA y Oracle, anunció en Washington D. C. la construcción de Solstice, el mayor superordenador de inteligencia artificial previsto en la red de laboratorios nacionales del país. La máquina se instalará en el Argonne National Laboratory (Chicago) y estará compuesta por 100.000 GPU Blackwell, a las que se sumará un segundo sistema, Equinox, con 10.000 GPU, según los comunicados oficiales. Ambos equipos se conectarán a infraestructuras científicas del DOE para reforzar proyectos en áreas como salud, energía, materiales, clima y física. La noticia, de alcance internacional, tiene implicaciones directas para España: grupos de investigación, centros del CSIC, universidades y empresas con presencia en proyectos conjuntos podrán acelerar simulaciones y modelos de IA en colaboración con Argonne y mediante programas de asignación competitiva para ciencia abierta.
La hoja de ruta presentada por las partes prevé que Solstice y Equinox impulsen flujos de trabajo de IA científica y modelos de frontera, integrándose con bibliotecas y pilas de software de alto rendimiento. En paralelo, Oracle facilitará de forma inmediata recursos en la nube con arquitecturas Hopper y Blackwell, como puente hasta la entrega de los nuevos sistemas en Argonne. Por su volumen de cómputo —2.200 exaFLOPS de rendimiento de IA combinado, según la descripción técnica—, la infraestructura está pensada para acortar el ciclo entre hipótesis, entrenamiento, validación y transferencia a aplicaciones reales. Para España, esto significa tiempos de respuesta más rápidos para proyectos de interés nacional en clima, salud pública, medioambiente y transición energética, cuando dichos proyectos formen parte de consorcios o convocatorias que utilicen instalaciones del DOE o del Argonne Leadership Computing Facility (ALCF).
El ALCF opera con esquemas de acceso competitivos y colaborativos típicos de la ">open science", como los programas INCITE, ALCC o asignaciones discrecionales de dirección. Esa vía ya es conocida por equipos europeos que combinan computación de alto rendimiento con instrumentación avanzada (por ejemplo, el sincrotrón Advanced Photon Source). En la práctica, investigadores españoles podrían integrar Solstice en pipelines de IA que hoy se ejecutan en Europa, utilizando el superordenador para etapas de entrenamiento masivo y regresando a recursos locales —como la Red Española de Supercomputación o EuroHPC— para inferencia, calibración de modelos y análisis de sensibilidad. Desde el punto de vista industrial, compañías españolas de energía, farmacéutica, aeroespacial o movilidad con acuerdos transatlánticos también podrían beneficiarse en pruebas de concepto y co-desarrollo dentro de marcos regulados de intercambio de datos y propiedad intelectual.
El anuncio llega con el telón de fondo de una carrera internacional por dotar a la comunidad científica de IA de propósito general capaz de operar con datos multimodales y razonamiento autónomo. Para la ciudadanía en España, el efecto no es inmediato en el bolsillo, pero sí tangible en resultados: mejoras en pronóstico de eventos meteorológicos extremos, diseño de materiales más eficientes, apoyo al descubrimiento de fármacos y optimización de redes energéticas. Los plazos relevantes pasan por el inicio de trabajos de instalación, la disponibilidad temprana de recursos basados en la nube de Oracle y la apertura de convocatorias para proyectos que puedan escalar en Solstice. La convivencia con sistemas europeos será clave para evitar dependencias y maximizar el retorno científico.
Sector público y universidades españolas seguirán atentos a la interoperabilidad entre infraestructuras, el coste de acceso, la portabilidad de modelos y la ">reproducibilidad" con auditoría de datos y trazabilidad de entrenamientos. En el frente de talento, la demanda de perfiles en computación científica, MLOps e ingeniería de datos crecerá para sostener experimentos a gran escala. El propio ALCF ofrece entrenamiento y recursos formativos, mientras que en España la coordinación entre ministerios, centros autonómicos y la empresa privada determinará qué parte de la investigación nacional puede aprovechar estos avances. El equilibrio entre soberanía tecnológica europea y cooperación internacional marcará la pauta de los próximos meses.
Claves del anuncio y cómo aterriza en España
- Qué: presentación de Solstice (100.000 GPU Blackwell) y Equinox (10.000 GPU) en Argonne para ciencia abierta con IA.
- Quién: Departamento de Energía de EE. UU., Argonne National Laboratory, NVIDIA y Oracle.
- Cuándo: 28 de octubre de 2025 (anuncio oficial y hoja de ruta inicial).
- Dónde: Washington D. C. (presentación); instalación en Argonne, Illinois.
- Por qué: acelerar descubrimientos en energía, salud, materiales, clima y seguridad, integrando IA a gran escala con instrumentación científica.
- España: acceso vía colaboraciones y programas de asignación competitiva del ALCF (INCITE/ALCC) y consorcios internacionales; potencial de impacto en clima, salud y transición energética.
«La colaboración entre el Departamento de Energía, NVIDIA y Oracle representará un nuevo enfoque de sentido común para las asociaciones en computación. Estos sistemas serán un motor de innovación científica y tecnológica», afirmó el secretario de Energía de EE. UU., Chris Wright.
Contexto y fuentes: comunicado del Departamento de Energía de EE. UU.; nota de prensa de NVIDIA sobre el proyecto Solstice y Equinox; documentación del Argonne Leadership Computing Facility (programas de acceso y material gráfico).